"La mezquita de Córdoba: el palimpsesto arquitectónico de al-Ándalus". Dr. Pedro Marfil Ruiz. Miembro del LAAC. Profesor asociado del Departamento de Historia del Arte de la Universidad de Córdoba. 6 de febrero de 2012.
En el año 711 Córdoba fue conquistada por el islam convirtiéndose seis años después en la capital de al-Ándalus, territorio dependiente del Califa de Damasco. La ciudad alcanza el rango de capital de los nuevos territorios conquistados en occidente, pasando a ser centro administrativo, económico, religioso y cultural y una de las principales ciudades del mundo medieval. Su situación estratégica en el valle medio del río, influyó en su transformación desde la Antigüedad como centro económico de importancia crucial.
Treinta años después de que Abd al-Rahmán I llegase a Córdoba empezó la construcción de la mezquita mayor o "aljama". En esta decisión del emir debieron pesar dos razones principales, una la conveniente realización de una obra religiosa antes de su muerte y otra la instalación de importantes grupos pro-omeyas, venidos a Córdoba desde Asia y África, que incrementaron el número de cortesanos. Abd al-Rahmán I no llegó a concluir su obra. El recinto de la mezquita se adaptó a unos límites preexistentes en el urbanismo cristiano de esta zona. Creemos que no era la situación del solar de una única construcción cristiana, si no de una ínsula o manzana urbana en la que se levantaba parte del complejo episcopal. Delimitada de esta manera por cuatro calles antiguas. Su primera ampliación fue ejecutada en época del emir Abd al-Rahmán II, en el año 833 d.C.
Abd al-Rahmán III, ya en el siglo X, equilibra la mezquita a nivel arquitectónico actuando sobre el patio, procediendo a la reconstrucción de las galerías, al refuerzo de la fachada del oratorio y a la construcción de un minarete monumental. La torre contaba con unas trescientas columnas que adornaban sus ventanas. También el califa al-Hakam II amplió la mezquita alcanzándose en esta fase la madurez del arte califal cordobés, principalmente en la nave central y en la "maqsura".
Bajo el gobierno de Almanzor, en 991, se realizó una nueva ampliación de la misma, presentando como principal novedad la ampliación del oratorio y el patio hacia el lado oriental. La mezquita siguió en uso hasta la conquista cristiana de la ciudad en 1236, año en el que se consagró como iglesia cristiana. Las obras cristianas y "mudéjares" posteriores han hecho de la mezquita de Córdoba un edificio único, en el que encontramos una apasionante mezcla de estilos y formas decorativas.
En el año 711 Córdoba fue conquistada por el islam convirtiéndose seis años después en la capital de al-Ándalus, territorio dependiente del Califa de Damasco. La ciudad alcanza el rango de capital de los nuevos territorios conquistados en occidente, pasando a ser centro administrativo, económico, religioso y cultural y una de las principales ciudades del mundo medieval. Su situación estratégica en el valle medio del río, influyó en su transformación desde la Antigüedad como centro económico de importancia crucial.
Treinta años después de que Abd al-Rahmán I llegase a Córdoba empezó la construcción de la mezquita mayor o "aljama". En esta decisión del emir debieron pesar dos razones principales, una la conveniente realización de una obra religiosa antes de su muerte y otra la instalación de importantes grupos pro-omeyas, venidos a Córdoba desde Asia y África, que incrementaron el número de cortesanos. Abd al-Rahmán I no llegó a concluir su obra. El recinto de la mezquita se adaptó a unos límites preexistentes en el urbanismo cristiano de esta zona. Creemos que no era la situación del solar de una única construcción cristiana, si no de una ínsula o manzana urbana en la que se levantaba parte del complejo episcopal. Delimitada de esta manera por cuatro calles antiguas. Su primera ampliación fue ejecutada en época del emir Abd al-Rahmán II, en el año 833 d.C.
Abd al-Rahmán III, ya en el siglo X, equilibra la mezquita a nivel arquitectónico actuando sobre el patio, procediendo a la reconstrucción de las galerías, al refuerzo de la fachada del oratorio y a la construcción de un minarete monumental. La torre contaba con unas trescientas columnas que adornaban sus ventanas. También el califa al-Hakam II amplió la mezquita alcanzándose en esta fase la madurez del arte califal cordobés, principalmente en la nave central y en la "maqsura".
Bajo el gobierno de Almanzor, en 991, se realizó una nueva ampliación de la misma, presentando como principal novedad la ampliación del oratorio y el patio hacia el lado oriental. La mezquita siguió en uso hasta la conquista cristiana de la ciudad en 1236, año en el que se consagró como iglesia cristiana. Las obras cristianas y "mudéjares" posteriores han hecho de la mezquita de Córdoba un edificio único, en el que encontramos una apasionante mezcla de estilos y formas decorativas.
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