"La Moraleda de Antequera. Agua y sistemas de aprovechamiento agrícola irrigados en la Antaqira andalusí". D. Francisco Melero García, arqueólogo, Aratispi Patrimonio S.L.
La excavación arqueológica llevada a cabo en La Moraleda de Antequera ha permitido documentar una acequia de época medieval en torno a la que se ordenan un conjunto de parcelas cercadas con tapias; todo ello extramuros, en las inmediaciones de la medina musulmana. La interpretación de estos vestigios arqueológicos en un espacio tradicional de huertos nos acerca al concepto de bustan que emplean los autores andalusíes en sus tratados de agronomía. Gracias al estudio de la cerámica y su relación estratigráfica ha sido posible establecer una evolución diacrónica que constata la presencia de la acequia y sus huertos cercados al menos desde la primera mitad del siglo XII, produciéndose un colapso en el XIV cuando, aunque el uso productivo continúa, se desmantelan las tapias y se comienzan a producir vertidos de escombros y deshechos sobre el canal, lo que perdurará hasta el siglo XVIII. La relación de estos restos arqueológicos con su entorno nos permite realizar una primera aproximación al paisaje y los sistemas de aprovechamiento agrícola irrigados de la Antaqira andalusí.
"Génesis y evolución del urbanismo en el arrabal de Funtanella. Trabajos en la Plaza de la Merced". D. Antonio Pérez Narváez, director de la actuación. ARQUEOSUR Estudio de Arqueología S.L.
Los trabajos realizados en la Plaza de la Merced se inscriben en las medidas cautelares para la protección del patrimonio arqueológico previstas en la normativa municipal de Málaga. Desde el punto de vista del procedimiento se ha actuado en el marco de un control de los movimientos de tierra inherentes a la obra.
Los resultados tienen una gran relevencia por lo que atañe a los orígenes de la Plaza, tal y como la conocemos en la actualidad y, con anterioridad, a la génesis y evolución del urbanismo en la zona, en el marco del arrabal de Funtanella.
El hallazgo de mayor trascendencia tiene que ver con una estructura de gran porte, hecha de tapial que ha sido interpretada como parte de la cerca del arrabal, en línea con los resultados de otras intervenciones arqueológicas realizadas más al norte. La muralla habría sido construida en época nazarí y amortizada antes de la llegada de los contingentes cristianos.
El trazado de la muralla tendría condicionantes topográficos, en este caso el cauce del arroyo del Calvario y, a su vez, la muralla habría condicionado todo el urbanismo de la zona hasta la actualidad.
"Lo que se esconde bajo nosotros en 12 m2 en la c/ Marquesa de Moya nº 5 de Málaga". Dña. Mª Carmen Íñiguez Sánchez, directora de la Actuación Arqueológica. Centro de Investigaciones en Arqueología S.L.
Los datos aportados por esta actividad arqueológica, realizada en el marco de la protección legislativa vigente y financiada por un promotor privado, suponen una interesante aportación para el estudio de los diferentes niveles de ocupación que constituyen la pluriestratigrafía de una ciudad histórica como Málaga. En un espacio investigado de tan solo 12 m2 hemos documentado la presencia de parte de una "caetaria" de la que se han podido identificar tres piletas para la maceración de productos piscícolas con una cronología que abarca desde finales del S.III hasta su abandono en las postrimerías del VI. No hay reflejo de la conquista visigoda de la ciudad en cuanto a materialización de nuevas construcciones pero sí hemos localizado un importante nivel de época emiral (SS VIII-IX) que presenta la particularidad de apoyar sus estructuras sobre el alzado de las piletas. A partir de este momento tenemos una ocupación ininterrumpida hasta nuestros días en la que han quedado plasmadas edificaciones de las diferentes etapas de época islámica: califal, imperios norteafricanos y nazarí, así como de las efectuadas tras la conquista castellana.
"Génesis y evolución del urbanismo en el arrabal de Funtanella. Trabajos en la Plaza de la Merced". D. Antonio Pérez Narváez, director de la actuación. ARQUEOSUR Estudio de Arqueología S.L.
Los trabajos realizados en la Plaza de la Merced se inscriben en las medidas cautelares para la protección del patrimonio arqueológico previstas en la normativa municipal de Málaga. Desde el punto de vista del procedimiento se ha actuado en el marco de un control de los movimientos de tierra inherentes a la obra.
Los resultados tienen una gran relevencia por lo que atañe a los orígenes de la Plaza, tal y como la conocemos en la actualidad y, con anterioridad, a la génesis y evolución del urbanismo en la zona, en el marco del arrabal de Funtanella.
El hallazgo de mayor trascendencia tiene que ver con una estructura de gran porte, hecha de tapial que ha sido interpretada como parte de la cerca del arrabal, en línea con los resultados de otras intervenciones arqueológicas realizadas más al norte. La muralla habría sido construida en época nazarí y amortizada antes de la llegada de los contingentes cristianos.
El trazado de la muralla tendría condicionantes topográficos, en este caso el cauce del arroyo del Calvario y, a su vez, la muralla habría condicionado todo el urbanismo de la zona hasta la actualidad.
"Lo que se esconde bajo nosotros en 12 m2 en la c/ Marquesa de Moya nº 5 de Málaga". Dña. Mª Carmen Íñiguez Sánchez, directora de la Actuación Arqueológica. Centro de Investigaciones en Arqueología S.L.
Los datos aportados por esta actividad arqueológica, realizada en el marco de la protección legislativa vigente y financiada por un promotor privado, suponen una interesante aportación para el estudio de los diferentes niveles de ocupación que constituyen la pluriestratigrafía de una ciudad histórica como Málaga. En un espacio investigado de tan solo 12 m2 hemos documentado la presencia de parte de una "caetaria" de la que se han podido identificar tres piletas para la maceración de productos piscícolas con una cronología que abarca desde finales del S.III hasta su abandono en las postrimerías del VI. No hay reflejo de la conquista visigoda de la ciudad en cuanto a materialización de nuevas construcciones pero sí hemos localizado un importante nivel de época emiral (SS VIII-IX) que presenta la particularidad de apoyar sus estructuras sobre el alzado de las piletas. A partir de este momento tenemos una ocupación ininterrumpida hasta nuestros días en la que han quedado plasmadas edificaciones de las diferentes etapas de época islámica: califal, imperios norteafricanos y nazarí, así como de las efectuadas tras la conquista castellana.
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